Llamamos fuga de información a la pérdida de la confidencialidad de nuestros documentos, poniendo en riesgo los acuerdos de confidencialidad, secretos industriales, informes financieros, clientes y hasta el cumplimiento de las medidas de tratamiento de datos personales.
Los archivos de documentos de papel, los vemos resguardados en gavetas, bajo llave con gestores que registran quien consulta los documentos, así como validar los permisos de los usuarios que solicitan consulta de los archivos. En la actualidad, con los sistemas de almacenamiento digital en línea, ya sea de manera pública o privada, organizamos la documentación en carpetas y configuramos los permisos de acceso para los usuarios, permitiendo la lectura y escritura, solo lectura o denegando el acceso al contenido de las carpetas. Si bien las unidades de red donde compartimos carpetas con documentación han llegado hasta este punto, es necesario establecer un control para preservar la confidencialidad de la información y llevar un registro del uso de los archivos, con el objetivo de garantizar la confidencialidad, integridad y disponibilidad a las personas autorizadas.
Para poder controlar la información de cualquier organización, sin importar su tamaño, giro o complejidad, tiene que contar con claridad de quienes utilizan la documentación, en dónde se encuentra y cuales son los criterios que definen la categoría de uso público, interno o confidencial de los documentos empleados en la operación.
Si requieren cumplir con estándares de calidad para asegurar, integrar y tener de manera confidencial toda la información de la compañía y los sistemas que la almacenan, la norma ISO 27001. Si lo que requieren es establecer reglas y control de uso de la información, hay que definir el marco de responsabilidad que asegura un comportamiento apropiado en la creación, la valoración, el uso, el archivado, la eliminación y el almacenamiento de información.
En la actualidad, las empresas se enfrentan a un crecimiento exponencial en la cantidad y diversidad de datos que manejan. Lamentablemente, muchas de ellas no comprenden la naturaleza de estos datos ni su verdadero valor, lo que les impide aprovecharlos de manera adecuada.
Es crucial también definir la manera en que las organizaciones operan y comparten información de manera eficiente con sus socios, partes interesadas y proveedores.
Las soluciones DLP se centran en proteger la información en la red, dispositivos finales y entornos en la nube, ofreciendo una amplia gama de funcionalidades para satisfacer las necesidades de seguridad de las empresas.
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